sábado, 1 de agosto de 2015

Finalidad

La misma aburrida charla de siempre, monótona, barata, sin fundamentos y con reglas del medievo. Luca asentía por mero formalismo. Sus ojos verdes estaban perdidos en la oscuridad del abismo, pues en realidad no estaba escuchando ni la mitad de lo que su superior y alto rango le decía. Sus pensamientos al igual que su interés estaban puestos en la figura de una fémina, pequeña y molesta, pero que le suscitaba un gran interés.

Era normal y coherente aquello. Dos dias habían pasado desde su primer y tan diferente encuentro y todo su mundo habia sido puesto patas arriba gracias a su sola presencia. ¿Qué tenía aquella chica de especial? Era una de las miles de preguntas que surcaban su córtex cerebral, mientras y con cara de adulto responsable, prometía a su instructor que no volvería a cometer aquella falta de respeto en lo que le quedaba de existencia.

Cosa que estaba seguro no cumpliría. Su personalidad era explosiva y poseía un carácter rebelde innato en su especie, por ende, ante cualquier cosa que no entrase dentro de sus expectativas o que sucediese de forma dispar a su forma de pensar, lo volvería a poner en la mira de aquellos que siempre habia considerado su familia y amigos. El Van Halen era un demonio sí, pero tenía ideas muy diferentes a las preconcebidas para él.

En otros tiempos no hubiese dudado en cruzar la sala de entrenamiento de una punta a la otra y ubicarse en el mismo centro, sin molestarse en llamar la atención, siempre con la barbilla en alto y ese aire de impunidad que solo un guerrero leal poseía. Sin embargo, en aquellos momentos en donde todo el mundo creía poder hablar sobre su futuro, prefería un lugar más alejado, donde pudiese pensar sobre los acontecimientos venideros.

Nuestro protagonista se refugió en aquel rincón oscuro, lejos de cualquier mirada curiosa que pudiera importunarlo. El aire se sentía pesado debido a la concurrencia del lugar y un aroma desagradable llegaba a su ubicación cada vez que alguien entraba o salía de la calle y la corriente de aire ascendía. Hacía calor, más que en cualquier otro mes del año, pero quitarse la capucha no era una opción. Debía calmarse primero.

La música comenzó a sonar. Su iPod era una herramienta fundamental a la hora de realizar las diferentes katas de la lista. Le permitía evadirse del mundo y centrarse en la dinámica y formalismo de aquel arte marcial tan arraigadamente complicado. El saludo inicial, aunque no contase con un oponente, era algo que no podía omitir, pues representaba algo que el moreno consideraba inamovible en el mundo; respeto.

Joi, murmuro apenas audiblemente. Era la posición inicial. Su enfoque visual estaba dirigido hacia el horizonte, en este caso el final de la sala, en donde sus otros compañeros hablaban sobre el torneo cercano. El tronco lo mantenía rectos y sus hombros totalmente hacia atrás. Brazos hacia delante y manos empuñadas. Un vaivén claro comenzaba a distinguirse en sus piernas, que separadas entre sí. Creaban un ángulo de noventa grados con el resto de su figura.

Se movía por la plataforma de una forma grácil y coordinada. Esquivando, lanzando patadas al aire, pegando, defendiendo, demostrando al mundo y a si mismo sus habilidades, las cuales habían estado algo desequilibrado en las últimas horas. Con cada embiste que realizaba, se daba cuenta de que el miedo que habia sentido al ver desaparecer sus poderes habia sido en vano puesto que estos seguían presentes y con más fuerza que nunca.

Sin darse cuenta, habían pasado más de ciento veinte minutos. Las gotas de sudor perlaban su anatomía. Iba a detenerse para respirar un poco, cuando la presencia de su prima llamo su atención. Esta lucia ropa deportiva y una gran sonrisa en su pálido rostro. Sin detenerse a charlar con nadie y con una sola idea en mente, elimino los metros que los separaban y con un ademan de ¨vamos a ver lo que sabes¨ se unió a la práctica del Van Halen.

Sin preámbulos, ambos se enzarzaron en una pelea digna de grabar. No habia errores en sus ejecuciones. La gente que estaba a su alrededor enmudeció. Las habladurías quedaron a un lado. Eran demonios de alto nivel, sucesores al trono. Sus ataques, a pesar de ser básicos, eran poderosos, rápidos y fatales. El edificio estaba protegido, en esa habitación, al menos, no se podían usar los elementos, cosa que muchos agradecieron.

Uno luchaba por su superioridad, por hacer ver a la otra que era quien se decía, porque lo respetase y por, posiblemente, una venganza personal, ya que habia osado tocar su ego. La fémina lo hacía por otros motivos, unos más poéticos y clarividentes. Que un Luca apático entendiese que ella seguiría siempre cuidándolo, que era su apoyo incondicional, que sabía lo que estaba sucediendo y que podía ayudarlo, a fin de cuentas la familia era lo primero.

La futura comandante del agua hizo trampa. Clara y evidente. De sus rosados labios salieron dos palabras que lo dejaron en shock. Mei Black. Lo habia escuchado tan nítido que sus músculos colapsaron. Solo por un instante, pero ese momento fue tomado como ventaja por la mujer que sin problemas gano lo que parecía ser el choque del siglo. La miro y en vez de enfadarse, solo pudo sonreír con calma y regalarle un empujón cariñoso.

Alcanzo a interpretar su accionar. El vínculo, el más vigoroso jamás creado, volvía a estar vivo

martes, 14 de julio de 2015

Lecciones de vida: perdonar, y no juzgar a la ligera

–¿Mi… novio?

Eran las únicas dos palabras que habían logrado salir justo antes de que Luca al fin reaccionara y se fuese de su casa sin esperar siquiera a que su prima llegara. Observó la ventana por donde había salido, sintiendo un sinfín de sentimientos encontrados. Él era pariente de Lisa, por lo tanto, debía ser parte de la Realeza Oscura, él debía ser un demonio, tal vez por eso había sentido aquel calor en la palma de su mano…

Luego de avisarle a Lisa que no hacía falta que fuera, la Black regresó a su habitación con la intensión de retomar el sueño interrumpido, pero tenía serias dudas de que pudiese conciliarlo. Una vuelta, dos, tres y más; y su mente pensaba a mil por hora. Tenía que acercarse a Luca para poder averiguar más de él y su entorno, tal vez y lograba algo bueno. Su amiga se enojaría con ella si se enteraba, o peor que eso, a fin de cuenta eran familia directa, por lo que debía moverse con cautela.

miércoles, 8 de julio de 2015

Choque de Titanes


A pesar de que su cerebro seguía perdido en sus recuerdos, nuestro protagonista consiguió deshacerse, en gran parte, de la enmarañada bruma que lo atormentaba y controlar sus emociones, dejando que su parte más racional tomase el control de su anatomía, aquella que sentía pesada e intranquila a partes iguales. Tomó, casi obligándose, conciencia de sus poderes y su ser. Volteo a ver el rostro de la fémina y lo que hallo no le sorprendió en lo más mínimo.

La respuesta del Van Halen, aunque fuese calmada y en broma, le habia sentado pésimo. Su esencia, normalmente impertérrita y totalmente blanca, ahora vibraba con fuerza gracias a la rabia que sentía al comprender que quien estaba en su casa volvía a ser el chico egocéntrico y chulito de siempre. Sin apenas darle tiempo a revocar sus palabras, marco un número en el teléfono que sostenía en la mano y mantuvo una breve, pero clara conversación.

El demonio escucho las respuestas de su prima, al otro lado de la línea, con una sonrisa marcada en sus afiladas facciones y comprendió que mantener aquella mascara de frialdad no le iba a servir a ninguno de los dos si quería entender que le estaba sucediendo con la mujer. Dejando atrás el odio que sus padres le habia implementando desde la cuna y escuchando a su corazón, cambio su forma de comportarse y dejo que el verdadero Luca saliese a relucir.

viernes, 3 de julio de 2015

Entonces él era...

Notó al fin que Luca estaba volviendo en sí luego de haber entrado en una especie de trance que lo había dejado ausente, pero ahora nuevamente era consciente de lo que sucedía a su alrededor, y sobre todo, de dónde se hallaba. Esperó ansiosamente hasta que le respondiera algo, si le dolía algo o a quién debía llamar.

Pero rápidamente su rostro serio pasó a uno de irritación evidente. ¡¿Pero cuál era su problema?! ¡¿Por qué rayos le contestaba de esa forma?! Para colmo que ella había sido considerada y hasta se había preocupado por él y por su estado…

Su móvil aún estaba sujeto en su mano derecha, la cual estaba blanca de lo fuerte que apretaba el aparato, y sin siquiera decirle nada, se limitó a prenderlo y marcar rápidamente un número, sin quitarle los ojos refulgentes de molestia encima.

sábado, 27 de junio de 2015

Evocaciones

Luca fue consciente de la inmensidad del universo en tan solo un segundo. Noto el fulgor de las estrellas, percibió el calor del sol, advirtió la belleza de los árboles y del verde césped que rodeaba la ciudad, aprecio la caricia del viento que recorría las callejuelas cercanas, reparo en el chapoteo inconsciente de una ranita en la laguna, capto la esencia pura de dos niños que correteaban sin preocupación alguna…..

En definitiva, había entrado en el mundo de Gaia, madre tierra y creadora de todo lo que estuviese a su vista.

En ese preciso instante y solo ahí fue cuando se dio cuenta de las imágenes que surcaban sus recuerdos. Estas eran nítidas, claras, reales, con enorme poder y significado. Aquellas escenas eran suyas, propias, las había vivido hacia tres años. Impactantes, reales, con corazón. Se dejó envolver por la candidez de un abrazo materno y se perdió en las evocaciones de una vida pasada.

lunes, 22 de junio de 2015

Instinto

Ataviado con vaqueros y una chaqueta de cuero encima de su camiseta blanca, el muchacho con aspecto de sabérselas todas y portando con orgullo su más que abultado ego, el tal llamado Luca se dirigió a ella, haciéndose eco de las palabras que la Black misma había dicho. Mei cerró los ojos e hizo un chasquido de molestia con sus labios e hizo un esfuerzo sobrehumano para intentar ignorar la presencia del joven.

No estaba de humor como para soportarlo, sobre todo luego de haber notado el gran parecido de sus ojos con aquellos con los que hacía cosa de una hora acababa de ver en sueños. Un escalofrío bajó por su espalda, pero rápidamente lo disimuló como si se tratase de algo producido por el frío de aquella noche de verano. Se cruzó de brazos y se acomodó sobre el asiento, escuchando atentamente lo que el otro hacía por detrás.

Era como si el destino mismo estuviese presionándola para verla totalmente derrumbada ante todo lo que tenía que pasar, y no pararía hasta lograrlo. Aspiró aire hasta llenar sus pulmones, ¿hasta cuándo podría soportarlo? Al paso al que iba, no creía que mucho.

sábado, 20 de junio de 2015

Sin Pasado No Hay Presente



Tumbado en la arena, con la mirada perdida, el corazón en un puño y el sol custodiando su cuerpo, Luca deliberada sobre las consecuencias de sus acciones. Siempre se había saltado las normas y usado las reglas de la hermandad en su propio beneficio, como todo demonio en su juventud, no obstante, aquel no era el caso. Ahora su rebeldía iba impuesta por algo impropio en su raza; la naturaleza y la vida.

No tenía constancia del porqué de sus cambios de actitud, los cuales eran cada vez más notables dependiendo de la situación o donde se hallaba. Desde hacía tres años que se habia dado cuenta de que algo dentro de su ser era diferente al resto de sus homónimos, aun asi tampoco se preocupó demasiado por ello, pues pensaba que era una simple prueba de lealtad que sus altos mandos le exigían. 

- Cuan tonto he sido – Confeso a la nada, al admitir que su idea del examen habia sido una estupidez absoluta.